LA COMUNIDAD DOCENTE DE “LA FALCONE” ANTE EL INTENTO DE REGRESO PRESENCIAL A LAS ESCUELAS

 Ante el intento por parte del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires de retomar la

presencialidad en las escuelas, con la pretendida modalidad de “revinculación” por

“burbujas” para actividades “recreativas” no académicas y ante la sostenida coerción con la

que se viene manejando ante las comunidades educativas, les docentes de la EEM no 7 DE

9 María Claudia Falcone, manifestamos:


        ● Consideramos completamente inoportuno y peligroso forzar un regreso a las escuelas

mientras la pandemia no está controlada y la cantidad de casos de contagios diarios

es altísima. Nos parece que va en contra del derecho a la salud y a la vida de

estudiantes, familiares y docentes. El hecho de que se requiera a las familias una

autorización firmada para que sus hijes participen de las “burbujas”, evidencia un

reconocimiento, por parte de las autoridades ministeriales, de los riesgos implicados

en dicha participación. A pesar de esos riesgos y de que nos encontramos a semanas

del cierre del ciclo lectivo, insisten con esta medida a pesar de su desvinculación con

la labor escolar y la contundente oposición de la comunidad educativa. Tal como

viene sucediendo en los últimos años, el Ministerio decide en forma unilateral y

excluyente, pero impone la responsabilidad por la ejecución de sus decisiones en las

mismas personas a las que deja afuera de la decisión

            ● Creemos que tanto la expresión “revinculación pedagógica” como “vuelta a clases”,

expresadas a través de resoluciones oficiales y por los medios de comunicación,

implican una falacia y un desconocimiento del enorme esfuerzo realizado por las

comunidades educativas. Desde que se decretó el ASPO, las escuelas

implementaron, con mucho trabajo y sin marcos de referencia previa, un dispositivo

que implicó la cursada en forma virtual de todas las asignaturas de todos los años.

Con la intervención de los Equipos de Orientación Pedagógica, Tutores/as,

Preceptores/as y docentes se buscó, en todo momento, integrar al trabajo a distancia

a estudiantes con diversas dificultades académicas, económicas, de conectividad,

familiares, sociales, etc. Esta actividad incluyó la evaluación y la comunicación

constante con estudiantes y sus familias. Las escuelas sostuvieron el trabajo

vinculado al seguimiento de cada alumne, garantizando el acceso a los aprendizajes

prioritarios para cada espacio curricular. Además, se fomentaron diversos espacios de

interacción y participación en relación a diversos intereses y derechos por parte de

les estudiantes; jornadas artísticas, de divulgación científica, de orientación

vocacional, la implementación de la Educación Sexual Integral (ESI).

            ● En nuestra escuela, como en tantas otras, se sostuvo una presencia física por parte de

autoridades, docentes y trabajadores administrativos y auxiliares. Estas compañeras y

compañeros asisten periódicamente a la Escuela, con el riesgo para su salud que esto

implica. Les docentes aprovecharon, en muchos casos, los días de entrega de

refrigerios para encontrarse con estudiantes, restablecer vínculos, intercambiar

materiales didácticos y trabajos prácticos, entregar celulares, computadoras y útiles.

También se reforzó considerablemente, a través de una campaña organizada entre

docentes y familias, la insuficiente cantidad de alimentos entregados por el Gobierno

de la Ciudad y se acompañó con elementos de higiene, pañales, ropa, según las

necesidades y posibilidades de cada escuela. Todo esto costeado con dinero del

bolsillo de docentes y familias que, como en todo, son quienes sostienen y garantizan

el ejercicio de derechos de miles de jóvenes. Esta presencia en las escuelas se

concretó en medio de grandes dificultades e incumplimientos relativos a los

protocolos sanitarios por parte de las autoridades del Ministerio de Educación y del

GCBA. Reducir los riesgos implicados para garantizar dichas tareas demandó,

nuevamente, gastos costeados por docentes y la extensión de los horarios previstos

para las actividades.

            ● Todo este trabajo se realizó (y se sigue llevando a cabo) con compromiso y

dedicación por parte de toda la comunidad de la Escuela, en la mayoría de los casos,

extendiendo la jornada laboral de cada trabajador/a, con independencia de la

cantidad de días y horas por la que se perciben remuneraciones. Todos los gastos de

telefonía, electricidad, adquisición de equipos, conectividad y otros, indispensables

para sostener el trabajo a distancia fueron costeados por les trabajadores.

            ● Sin restarle importancia a la compleja situación social y económica derivada de la

pandemia, las mayores dificultades para sostener el vínculo pedagógico con la

escuela tuvieron que ver con la falta de acceso a dispositivos de comunicación y

conectividad (acceso a internet). El Gobierno de la Ciudad no dispuso de una sola

medida para garantizar el acceso a les estudiantes (y docentes) con dificultades,

como entrega de computadoras o tablets y el acceso libre a internet. Fue la escuela, y

en muchas ocasiones les docentes, quienes garantizaron con sus propios recursos, el

acceso a dispositivos y conexión para estudiantes en situación de vulnerabilidad.

            ● Los argumentos esgrimidos por las autoridades de la Ciudad como justificación de

esta “vuelta a las escuelas”, fueron cambiando durante los últimos meses. Primero se

manifestó la necesidad de “vincular” a estudiantes que no disponían de equipos y

conectividad. Se dijo que se los tenía “perfectamente identificados”, primero que eran

5000, luego 6500. Si esto hubiera sido un dato real y no una consigna marketinera

para presentarse ante la opinión pública, se podrían haber implementado medidas

puntuales para atender a esas situaciones complejas. En concreto, no se entregaron

computadoras ni se vinculó a les estudiantes. Cuando el recurso de los “6500

estudiantes sin conexión” se mostró inviable, se apeló al argumento de que la “vuelta

a clases” era para permitir la promoción de chicos y chicas de séptimo grado de

primaria y quintos y sextos años de secundaria. No se habló más de estudiantes sin

conexión. Luego, ante las comunicaciones de las comunidades escolares,

conducciones, supervisores y sindicatos, relativas al reconocimiento y reivindicación

de la labor que se viene realizando, la finalización de estudios también dejó de ser

esgrimida como justificación. Se empezó a hablar de “actividades recreativas”,

mientras se fueron enviando sucesivas comunicaciones y resoluciones plagadas de

ambigüedades, contradictorias entre sí y, en todos los casos, establecidas sin ninguna

relación con las necesidades planteadas por las comunidades escolares.

            ● El Gobierno de la Ciudad estableció un protocolo de trabajo a través de “burbujas”.

Cabe señalar que esta pretendida modalidad de “aislamiento grupal” sólo puede

efectivizarse durante el tiempo que dure la actividad en las escuelas, ya que

estudiantes y docentes deben utilizar el transporte público y exponerse. Cada

integrante de la “burbuja” llegaría en diferentes condiciones a la escuela y desde ese

momento hasta el próximo encuentro, cada quien queda por fuera de los cuidados

establecidos durante el funcionamiento de la actividad. Cabe señalar además que en

las primeras experiencias realizadas no se cumplieron los protocolos establecidos y

que ya han aparecido focos de contagios en algunas escuelas.

            ● Además, la logística requerida para el armado de las burbujas implica que les

docentes afectades a las mismas sumen tareas presenciales (más el tiempo de viaje),

aumentando el tiempo de trabajo que ya le dedican a las tareas pedagógicas con sus

estudiantes, en un momento del año en que se intensifican los esfuerzos para el

cierre de cursadas, para la evaluación y acreditación de las materias y para

profundizar el acompañamiento y seguimiento de estudiantes que han tenido

mayores dificultades para sostener las exigencias académicas. Todo esto, en vez de

favorecer el trabajo, tenderá a entorpecer el sostenimiento del vínculo educativo.

            ● Lo manifestado hasta acá muestra que la labor que se viene realizando por toda la

comunidad de la Escuela contempla el trabajo académico, la evaluación y

acreditación del mismo, el seguimiento del vínculo con estudiantes que presentan

dificultades de diverso tipo y la comunicación con sus familiares. Si la intención del

Ministerio es mejorar los alcances de esta labor, se requiere atender a las demandas

manifestadas en numerosas ocasiones por las escuelas.

            ● Por todo lo expresado anteriormente, no encontramos la manera de entender esta

compulsiva convocatoria a la presencialidad más que como una medida para

posicionarse políticamente, lejos de un compromiso real con las necesidades

materiales y educativas de les estudiantes. Esta pretendida modalidad de

“revinculación” no resuelve la acreditación de contenidos académicos, la relación con

ninguna asignatura o área, ni la finalización de ciclo alguno.

            ● Esta medida de regreso presencial, promovida por el Ministerio de Educación de la

Ciudad, no responde a las demandas de las comunidades educativas. No solo se

definió de manera inconsulta, sino que desatiende los múltiples pronunciamientos

explicitados en los últimos tiempos por las escuelas, distritos, regiones, supervisores,

conducciones, sindicatos y docentes en general. En ellos se caracteriza al regreso a la

presencialidad como causante de un inmenso incremento del riesgo epidemiológico

para estudiantes, familiares y docentes y se la señala como completamente ajena a

las necesidades de estudiantes, familias y docentes.

            ● La falta de claridad, las idas y venidas, las contradicciones, lo inconsulto de la medida,

la incertidumbre sobre sus finalidades, el no ser escuchados y escuchadas, las

presiones con que se pretende imponer la decisión y la certeza sobre los riesgos

sanitarias que todo esto implica, incrementan la angustia que el contexto de

pandemia produce, lastiman el clima institucional y dañan la relación entre

estudiantes, familiares y escuela

            ● Consideramos que el Ministerio de Educación de la Nación, al darle potestad a las

jurisdicciones para implementar este tipo de medidas, contradice gravemente la

política de cuidado del gobierno que integra, favoreciendo el incremento de la

circulación del virus y mellando los alcances de la orientación sanitaria implementada

por las autoridades nacionales, al romper el aislamiento social preventivo obligatorio.

            ● Manifestamos nuestra solidaridad y apoyo a las y los trabajadores que realizan

labores en la escuela y que por sus condiciones de contratación se encuentran en

estado de precarización y vulnerabilidad. Entre elles, incluimos a les trabajadores del

Programa Escuela Abierta (Jornada extendida), que poseen contratos precarios y no

se encuentran contemplados dentro del Estatuto docente. El Ministerio de Educación

ha manifestado a las conducciones escolares que deberán abrir las escuelas sí o sí y

que de no contar con la cantidad de docentes necesarios para garantizar las

actividades de “revinculación” podrán convocar al personal de Jornada Extendida

que, por la precariedad de sus condiciones laborales, no tienen manera de negarse y

están “a disposición” para toda actividad para la que se les requiera.

            ● Manifestamos también la solidaridad y apoyo a les trabajadores auxiliares de la

escuela que, al no estar contemplados en el Estatuto, sus derechos siempre son

vulnerados. Estas compañeras y estos compañeros han sostenido con el cuerpo las

entregas de viandas para las familias y de recursos tecnológicos para estudiantes,

comprometiéndose con una tarea que excede sus labores específicas y exponiendo

su salud.

            ● También reafirmamos el apoyo a la conducción de nuestra escuela que ha estado a la

cabeza para garantizar los derechos de les jóvenes y sostener a la Escuela (que no es

el edificio) como espacio de vinculación y sostenimiento de aprendizajes. Como viene

ocurriendo hace mucho tiempo y en muchísimas escuelas, la Conducción es sometida

a presiones constantes, como ha ocurrido con esta iniciativa del Ministerio de

Educación de abrir las escuelas “a como dé lugar”.


Por todo lo expresado anteriormente, rechazamos la reapertura de los establecimientos

educativos, reivindicando nuestro compromiso irrenunciable con el sostenimiento del

derecho a la educación y también a la salud y bienestar de estudiantes, familias y

trabajadores/as.


Somos quienes más deseamos volver a encontrarnos con estudiantes y compañeres en

nuestra escuela, en aulas, pasillos y patios, porque allí hemos construido la comunidad

que hoy habitamos y porque allí ponemos el cuerpo y el corazón desde hace tantos años.

Pero queremos hacerlo cuando las condiciones sanitarias lo permitan y no haya riesgos

para nuestra comunidad.


Volvemos a exigirle al Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires que

garantice la conectividad de todes les estudiantes, brindando dispositivos y conexión para

que puedan mejorar las condiciones de participación en los diferentes espacios

pedagógicos virtuales y para que puedan ejercer su derecho a la educación.


No volvemos, porque no nos fuimos.

COMUNIDAD DOCENTE DE LA E.E.M. 7 D.E. 9 “MARÍA CLAUDIA FALCONE”

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